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A Pesar De Una Reducción Del 14% Incendios Intencionales En Biobío Superan El Promedio Nacional
Corma alerta que el 55% de los incendios en la región son provocados, muy por encima del 26% nacional, y pide acciones para frenar esta tendencia.
A pesar de una reducción general del 14% en la ocurrencia de incendios
forestales, Biobío enfrenta un escenario crítico: más de la mitad de sus
incendios son intencionales. Según el balance de la Corporación Chilena de la
Madera – Corma-, realizado justo antes del inicio de febrero, revela que en comunas
como Quilleco, Curanilahue y Hualqui la intencionalidad alcanza un 83%.
Según datos del Sistema de Información Digital
de Control de Operaciones Forestales, SIDCO de Conaf, el 55% de los
incendios en Biobío son producto de acciones deliberadas, cifra que contrasta
notablemente con el 26% que se registra a nivel nacional. “Si bien a nivel
regional tenemos buenos indicadores en cuanto al daño, la alta incidencia de
intencionalidad es un llamado urgente de atención”, declaró Alejandro
Casagrande, presidente regional de Corma.
Entre las comunas más afectadas se encuentran Quilleco, donde el 83% de los incendios
son intencionales, seguido por Curanilahue con un 82%, Hualqui con 81%, Lebu
con 78% y Tomé y Penco con 68% respectivamente.
El presidente regional de Corma, Alejandro Casagrande, advirtió que, “esto debe
ser un llamado de atención para las autoridades e instituciones de la alianza
Público – Privada contra los incendios, la ocurrencia e intencionalidad, pueden
hacer cambiar en solo días, una buena temporada”.
Casagrande destacó la importancia de entender qué hay detrás de los incendios
intencionales para diseñar estrategias efectivas. “La evidencia muestra que no
son hechos aislados y, en algunos casos, incluyen violencia. Necesitamos
identificar a los responsables, sus motivaciones y cómo frenar esta ola de
incendios antes de que ocurra una tragedia mayor”, afirmó.
Ante este escenario, Corma insta a las autoridades a redoblar esfuerzos para
identificar las causas, fortalecer las investigaciones y perseguir penalmente a
los responsables. “Es clave actuar con rapidez para evitar que la
intencionalidad persista o peor aún, siga creciendo cada verano sin
consecuencias. Es fundamental la oportunidad y lograr encontrar a los
responsables, en flagrancia o incluso antes, con pruebas contundentes,
entendiendo que existen sectores, que son afectados año a año por este delito”,
indicó Casagrande.
También llamó a los parlamentarios a garantizar que la nueva Ley de Incendios incluya
medidas como alertas, patrullajes preventivos y mayores facultades para
policías y fiscales en la investigación de estos delitos. “Así como ocurrió con
la Ley de Robo de Madera, necesitamos una normativa que permita actuar con
rapidez y eficacia. Cada incendio intencional amenaza vidas, hogares, empleos y
biodiversidad, y la ley debe estar a la altura del desafío”, enfatizó.
Por estos días, Biobío atraviesa el momento más crítico de la temporada, con
condiciones climáticas extremas. Según datos de Senapred, este año la región ha
registrado cuatro alertas por calor extremo, mientras que en el mismo periodo
del año pasado solo se había emitido una alerta.