Aislamiento Relativo: Un Desafío Persistente para las Comunidades Marginadas en Chile

Por: Ximena Sepúlveda Varas, Ex Seremi de Vivienda, Ingeniero Civil Industrial y Magíster en Desarrollo Humano Local y Regional; Académica del Núcleo de Investigadores del Laboratorio Internacional en Ciencias de la Gestión Pública.

En nuestra Araucanía, es alarmante constatar cómo, a menos de 15 minutos del centro de Temuco, capital regional, las comunidades mapuche periurbanas continúan enfrentando graves carencias en infraestructura y servicios básicos. Según varios reportes y denuncias ciudadanas, estas comunidades sufren de una falta crónica de acceso a agua potable, contaminación severa del agua debido a la extracción de áridos y la falta de mantenimiento de las plantas de tratamiento de aguas servidas. Además, se ha documentado el deterioro significativo de los caminos lo que afecta la movilidad y seguridad de los residentes.

Uno de los problemas principales del desarrollo territorial armónico y sostenible tiene que ver con cómo entendemos los distintos factores que componen el aislamiento y cómo estos afectan más o menos a las distintas poblaciones que conforman los diversos territorios de nuestro país, cuáles son por ejemplo atractores de desarrollo y cuáles pueden ser considerados restrictores del mismo.

Para ello, el concepto de «aislamiento relativo» es esencial para comprender cómo las comunidades marginadas cercanas a centros urbanos, como por ejemplo aquellas comunidades rurales e indígenas en Chile, enfrentan una exclusión persistente a pesar de encontrarse muchas veces próximas físicamente a áreas urbanas desarrolladas. Este fenómeno resalta las desigualdades productivas o barreras económicas, sociales y culturales que presentan estos territorios y que impiden su integración y el acceso equitativo a recursos y oportunidades. La presente columna analiza cómo estas desigualdades se manifiestan y cómo las políticas públicas han intentado abordarlas con resultados mixtos.

Definición y Características del Aislamiento Relativo

El aislamiento relativo se refiere a la situación en la que diversas comunidades permanecen excluidas de los beneficios económicos y sociales de la población mayoritaria. Las características de este aislamiento incluyen: acceso limitado a servicios esenciales, como educación, salud y transporte, lo que perpetúa desventajas socioeconómicas; exclusión social y económica, marcada por la falta de empleo y discriminación, especialmente hacia comunidades indígenas; infraestructura deficiente, con falta de carreteras pavimentadas y servicios básicos; segregación espacial y residencial, que concentra a las poblaciones marginadas en áreas específicas, aislándolas del resto de la ciudad; pobreza y desigualdad persistentes, exacerbadas en comunidades rurales e indígenas; condición de ruralidad e identidad indígena, que agrava el aislamiento debido a la discriminación cultural y lingüística.

Como se observa en el aislamiento relativo, la condición geográfica deja de ser la variable que define la condición de exclusión de las poblaciones. Este enfoque reconoce que el aislamiento no solo se debe a la distancia física de los centros urbanos, sino, y en mayor envergadura, a factores como la falta de acceso a recursos, infraestructura inadecuada y barreras culturales que perpetúan la exclusión. Este enfoque holístico permite abordar las verdaderas causas del aislamiento, considerando tanto las limitaciones económicas y sociales como las diferencias culturales, en lugar de centrarse únicamente en la ubicación geográfica de las comunidades. Así, se reconoce que las comunidades pueden estar geográficamente cercanas a centros urbanos, pero aun así sufrir exclusión debido a la persistencia de estos otros factores.

Un estudio de caso: Programa Habitabilidad Rural, MINVU

El Programa de Habitabilidad Rural del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU) ha sido una herramienta clave para mejorar las condiciones de vida en comunidades rurales de Chile, particularmente en regiones como La Araucanía. Este programa busca proporcionar soluciones habitacionales en áreas que tradicionalmente han sido excluidas de las políticas públicas debido a su lejanía y aislamiento geográfico. Localidades como Lonquimay y Curarrehue, situadas en zonas montañosas y de difícil acceso, se han beneficiado de estos esfuerzos, permitiendo que familias en estas áreas obtengan viviendas dignas y adaptadas a sus necesidades.

Sin embargo, el diseño del programa, específicamente el factor de localización estipulado en el Decreto Supremo N°10, ha generado efectos no deseados, especialmente en zonas periurbanas. Este factor otorga mayores subsidios a las comunas más alejadas de los centros urbanos, lo que, aunque efectivo para incentivar la construcción en áreas remotas, ha desincentivado la inversión en sectores periurbanos como Temuco y Padre Las Casas. Estos sectores, aunque cercanos a servicios y oportunidades, han visto una disminución en la construcción de nuevas viviendas, lo que ha perpetuado un déficit habitacional en áreas donde la demanda es alta.

La situación en Temuco y Padre Las Casas es emblemática de este problema. A pesar de la cercanía a servicios esenciales como educación, salud, y transporte, el bajo factor de localización en estas comunas ha llevado a que las empresas constructoras prefieran desarrollar proyectos en áreas más alejadas donde los subsidios son mayores. Esto no solo ha exacerbado el déficit habitacional en zonas periurbanas, sino que también ha contribuido al aislamiento relativo de estas comunidades, que, a pesar de su proximidad a centros urbanos, continúan enfrentando barreras significativas para acceder a una vivienda adecuada.
Este fenómeno ha sido ampliamente discutido en informes y análisis, donde se señala la necesidad de ajustar el enfoque del programa para equilibrar la distribución de recursos y asegurar que las zonas periurbanas, donde la demanda de vivienda sigue siendo alta, también se beneficien de las políticas habitacionales. La revisión de estos criterios de localización es esencial para evitar que el programa, aunque bien intencionado, perpetúe desigualdades en el acceso a la vivienda y profundice el aislamiento relativo de las comunidades cercanas a los centros urbanos principales.

Proyecciones a futuro

El reconocimiento de la complejidad de este fenómeno es esencial para diseñar políticas que realmente aborden las necesidades de las comunidades marginadas, en especial de aquellas comunidades pertenecientes a Pueblos Originarios, promoviendo un desarrollo inclusivo y equitativo para todos. Al día de hoy y a pesar de los esfuerzos, las políticas públicas en Chile aún enfrentan desafíos significativos para superar el aislamiento relativo, ante ello es crucial una implementación efectiva y sostenible de programas que eliminen las barreras estructurales que perpetúan la exclusión de estas comunidades, garantizando una integración plena y equitativa en el desarrollo nacional.

Noticias Relacionas