INDH se Querella Por Torturas de Patrulla Militar a 5 Jóvenes en Collipulli
De acuerdo a los testimonios de los jóvenes los militares los redujeron y esposaron, siendo víctimas de insultos, golpes y apuntados con las armas de fuego. Además fueron llevados a un lugar apartado de Collipulli, donde amenazaron con fusilarlos.

El Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) con sede en La Araucanía, interpusó una querella criminal por el delito de torturas en contra de 5 jóvenes de Collipulli, por parte de una patrulla militar.
De acuerdo a los testimonios recogidos por el INDH, un grupo de 5 jóvenes -3 hombres y 2 mujeres- se encontraban reunidos en el sector los Pinos de Collipulli, a eso de las 02:00 horas de la madrugada, del 14 de octubre de este año, cuando llegó un camión militar con una cantidad indeterminada de sujetos, todos vestidos de uniforme institucional del Ejército de Chile, portando armas de fuego con miras láser.
Una vez abajo del vehículo que los transportaba, procedieron a apuntar y reducir violentamente a los jóvenes en el suelo en posición decúbito prono (acostados boca abajo), para luego esposarlos con amarras plásticas. Durante dicho procedimiento, los militares, proceden a insultar y amenazar a todas las víctimas, incluyendo insultos racistas en contra de una víctima mapuche, además de golpear a los varones reiteradamente, principalmente con golpes de pie.
Luego que los jóvenes fueron reducidos y esposados, son obligados a subir al camion militar permaneciendo las mujeres sentadas y los hombres en posición decúbito prono en el piso del vehículo militar. El camión se pone en marcha, siendo insultados y amenazados durante el trayecto, además de ser apuntados con las armas de fuego.
Finalmente, al llegar un lugar alejado de la ciudad a unos 2,5 km de distancia, en medio de una plantación de pinos, las víctimas son obligadas a descender del vehículo, donde continúan los golpes, amenazas e insultos. Una vez descienden del camión, las víctimas son obligadas a arrodillarse y poner las manos sobre la nuca, dando la espalda a los militares, para luego ser obligados a botarse en el suelo decúbito prono, procediendo estos últimos a rociar un líquido indeterminado en el cuerpo de las víctimas. Las mujeres pensaron que se trataba de algún líquido acelerante y que serían quemadas. Luego procedieron proceder a cortarles las amarras plásticas y efectuar una maniobra de “pasar bala” con las armas y amenazarlos con fusilarlos, y que no miraran hacia atrás, para finalmente retirarse los sujetos en el camión militar.
Las víctimas fueron abandonadas en el lugar, por lo que debieron caminar siguiendo las luces de la ciudad de Collipulli, para llegar al lugar donde se encontraban anteriormente, y donde quedaron estacionados 3 vehículos en los cuales los jóvenes se movilizaban.
De acuerdo a los testimonios, los militares procedieron a sustraer al menos 3 celulares de las ropas de las víctimas, y de uno de los vehículos: una manta mapuche, un trarilonko y una billetera, además de reventar con armas blancas los neumáticos de los 3 automóviles de las víctimas.