La Batalla por la Gestión de Residuos en La Araucanía: Rechazo a Incinerador vs. Propuesta de Basura Cero

17-02-2025

La región de La Araucanía, en Chile, se encuentra en el centro de un debate crucial sobre la gestión de residuos. La controversia gira en torno a dos enfoques opuestos: la instalación de un incinerador de basura en Lautaro, promovido por la empresa WTE Araucanía y respaldado por la Multigremial de La Araucanía, y la estrategia de Basura Cero, defendida por la organización ambientalista Red de Acción por los Derechos Ambientales (RADA) y otros sectores comunitarios.



Alejandra Parra, representante de RADA, ha expresado su preocupación sobre los riesgos ambientales y sanitarios que conllevaría la incineración de basura. La empresa detrás del proyecto WTE Araucanía ha presentado una reclamación ante el Tribunal Ambiental de Valdivia, buscando revertir la resolución del Comité de Ministros que rechazó el proyecto en 2023. La audiencia para evaluar esta reclamación está programada para el próximo 13 de marzo, un evento clave que podría determinar el futuro del proyecto.


Frente a la incineración, la propuesta de Basura Cero emerge como una alternativa sostenible. Esta estrategia se basa en la prevención, educación, sensibilización y en la separación en origen de residuos reciclables y compostables. RADA y diversos actores de la comunidad impulsan esta visión, que busca reducir el impacto ambiental de la región a largo plazo.

Por su parte, Patricio Santibáñez, representante de la Multigremial de La Araucanía, reconoce que el actual sistema de traslado de residuos a la ciudad de Los Ángeles genera altos costos económicos y logísticos, y considera que la incineración podría ser una solución viable en comparación con la situación actual.



El conflicto sobre la gestión de residuos en La Araucanía refleja la tensión entre las preocupaciones ambientales y las necesidades económicas de la región. Mientras RADA y otras organizaciones buscan un modelo basado en la reducción y el reciclaje, la Multigremial defiende la incineración como una alternativa que podría optimizar la gestión de residuos. La decisión que se tome en los próximos meses podrá marcar el rumbo hacia un modelo de desarrollo más sostenible o consolidar una solución de corto plazo con consecuencias aún inciertas.