Presidente De La Sofo Gastón Caminondo: “Tenemos La Impresión Que El Agua Se Bota”

Así se refirió el dirigente agrícola de La Araucanía, al escaso y nulo manejo de la administración del agua, que podría utilizarse en riego, cuando la sequía amenaza con el rendimiento de la actual temporada agrícola.
“Tenemos la impresión que el agua se bota en esta región”, así de categórico fue Gastón Caminondo, presidente de Sofo, al referirse al escaso y nulo manejo de la administración del agua, que podría utilizarse en riego, cuando la sequía amenaza con el rendimiento de la actual temporada agrícola.
Caminondo apuntó a la gran cantidad de agua que escurre en invierno sin ser aprovechada. “El agua se pierde por la falta de obras como tranques y embalses que permitan almacenar y administrar el agua lluvia, antes de llegar al mar”, comentó.
El dirigente gremial recordó que la región ha tenido innumerables posibilidades de obras de riego, pero por motivos políticos no han tenido la urgencia que requiere y hoy nos seguimos quejando de sequía. “Recuerdo que los primeros estudios para el embalse Cautín datan de 1960, han pasado más de 50 años sin resultados concretos. Otro ejemplo, es el histórico canal de riego Victoria Traiguén Lautaro, que en la década del 90 quedó sumido entre carpetas y archivos. Esa es la prioridad política que tiene la agricultura de nuestra región”, acotó Caminondo.
El presidente de Sofo se refirió en duros términos al estado de avance del estudio de prefactibilidad del embalse Cautín, una obra que es la gran apuesta de riego para La Araucanía, a largo plazo, ya que se espera esté terminado en 2022 y operativo en 2032. “Sabe alguien que pasó con ese estudio mandatado por la Comisión Nacional de Riego, si está terminado, aprobado, objetado o con observaciones en el Ministerio de Obras Públicas, o qué cronograma de trabajo tiene, porque como gremio agrícola, no contamos con ningún antecedente a la fecha”, advirtió.
Caminondo explicó que la prefactibilidad es sólo la punta de lanza del embalse. “La construcción de un embalse pasa por cuatro etapas. Lo primero que se realiza es un estudio de prefactibilidad, luego se pasa a la factibilidad. La tercera etapa tiene relación con el diseño y finalmente, se procede a la ejecución de la obra”, acotó el dirigente gremial.
Por último, el presidente de Sofo comentó que como gremio quieren dejar de lado la pasividad, más aún cuando la agricultura moderna requiere riego y en esta región, literalmente, el agua se bota, porque no sabemos administrarla.