Reserva Nacional Malalcahuello Conmemoró Su Aniversario Número 83 En La Araucanía

La Reserva Nacional Malalcahuello fue creada el 31 de marzo de 1931, con una superficie de 29.530 hectáreas. Posteriormente se entregaron títulos de dominios a colonos dando origen al poblado de Malalcahuello. En la actualidad la reserva cuenta con 12.789 hectáreas.
Ubicada entre las comunas de Curacautín y Lonquimay, esta hermosa área silvestre protegida del Estado, administrada por la Corporación Nacional Forestal recibe a cerca de 4.000 visitantes al año, quienes pueden disfrutar de paisajes únicos y distintas actividades dependiendo de la estación del año.
La Reserva Nacional Malalcahuello fue creada el 31 de marzo de 1931, con una superficie de 29.530 hectáreas. Posteriormente se entregaron títulos de dominios a colonos dando origen al poblado de Malalcahuello. En la actualidad la reserva cuenta con 12.789 hectáreas.
La principal ruta de acceso es el camino internacional hacia la República Argentina por Lonquimay, a través del Paso de Pino Hachado. Esta ruta se inicia en la Ciudad de Victoria, en el Km. 615 de la ruta 5 sur. Desde Victoria se accede a la reserva, distante 87 Km. hacia el este de esta ciudad, pasando por la ciudad de Curacautín. La totalidad de esta ruta esta asfaltada y es transitable durante todo el año, excepto ante fuertes nevadas.
Su vegetación es diversa, predominando la Araucaria y el paso de las estaciones que desfilan por sus bosques parece ser lo más natural del mundo, por ejemplo los bosques de la parte alta de la Reserva tienen características muy diferentes a las especies que habitan los sectores bajos, quedando demostrado en el cambio de las estaciones.
La primavera crea un ambiente embriagador de fragancias y frescuras mezcladas con el hermoso cantar de las aves y el variado color de sus flores que se confunden con el verdor del bosque.
El otoño en los bosques de Malalcahuello, enamoran a sus visitantes. Los colores que brotan de la Lenga, Roble, Ñirre y la alfombra de oro y rojo que se extiende sobre el suelo del bosque es difícil encontrar en otro lugar.
Mientras tanto, durante el invierno, el bosque se desprende de sus ropajes verdes, para vestirse de blanca escarcha y abundantes mantos de nieve, que cubren los suelos apagando todos los sonidos, pero esto es solo aparente, puesto que la multitud de seres vivientes sigue presente bajo la nieve, refugiándose en cortezas, agujeros, tocones y madrigueras que se encuentran en el suelo.
Jessica Asencio, Jefa de Departamento de Areas Silvestres Protegidas (I) de CONAF asegura que “observar estas maravillas de la naturaleza es sólo una parte de lo que la Reserva Malalcahuello ofrece al visitante, la principal actividad recreacional que ofrece esta unidad durante el invierno, es la práctica de los distintos tipos de deportes en nieve en los faldeos del volcán Lonquimay, área concesionada al centro de ski Corralco. Es por ello que hacemos una invitación para que las personas vengan a disfrutar de estos hermosos paisajes únicos en nuestro país”.
La Reserva cuenta, además, con una red de senderos que en total suman más de 120 Km, siendo los más visitados los senderos de Piedra Santa, Laguna Blanca y Tolhuaca, los cuales también forman parte del Sendero de Chile.
A través de estos senderos, el visitante puede apreciar la hermosura de los bosques de Coigüe, roble y raulí en las partes más bajas, para conocer los centenarios bosques de araucaria y lenga que se desarrollan en las partes de mayor altitud. Además, la belleza escénica que los volcanes Tolhuaca y Lonquimay le otorgan al visitante durante su recorrido, es algo que hace únicos los paisajes de la zona.
Esta reserva cumple un rol de primera importancia en la mantención de los recursos naturales, como lo son el agua, suelo, bosque y fauna. Esto permite que las comunidades aledañas puedan contar con un suministro de agua permanente, fuentes de trabajo en las faenas forestales y actividades turísticas desarrolladas dentro de la unidad.