Se Dio Inicio En La Región A Campaña Nacional “Mujeres, Es Nuestro Derecho Vivir Sin Violencia”

La directora regional de SERNAM, Bárbara Eytel Pastor, junto al seremi de Gobierno, Mario González Rebolledo, la directora de SENAME, Ximena Oñate Ávila; directora de Prodemu, Marcela Arriagada, y diversas representantes de gobierno, dieron a conocer la campaña nacional “Mujeres: es nuestro derecho vivir sin violencia”.
En este lanzamiento se mostró el video publicitario que pretende sensibilizar a la ciudadanía y se socializó las diversdas acciones que se realizarán en las diversas comunas de la región bajo el alero de SERNAM, “para el gobierno de la Presidenta Bachelet, erradicar la violencia contra las mujeres es una prioridad. La expresión más cruda de la discriminación es la violencia contra las mujeres que se s niega el derecho humano a la vida y a la integridad, las deja en una situación de inferioridad, subordinación y vulnerabilidad”, señaló Eytel Pastor.
Por su parte el seremi de gobierno señaló que “como gobierno estamos comprometidos en que debemos sensibilizar a todas y todos para terminar contra la violencia de la mujer, no podemos permitir que siga pasando esto, la Presidenta ha sido clara en señalar que su gobierno buscará diversas medidas que apunten a erradicar estas acciones contra las mujeres, es su prioridad”, dijo Gonzáles Rebolledo.
La violencia contra las mujeres en sus distintas expresiones es una violación flagrante de los derechos humanos. De acuerdo con las últimas cifras entregadas por el Ministerio del Interior (2013) una de cada tres mujeres ha vivido o vive violencia en su vida en nuestro país, lo que se traduce en casi 3 millones de mujeres. En un país con una población total de cerca de 16 millones de personas, revela que el problema de la violencia contra las mujeres es grave y estructural de nuestra sociedad.
La Organización Mundial de la Salud ha declarado la violencia contra las mujeres como un problema de salud mundial de proporciones epidémicas, por lo tanto enfocarse en su prevención y rehabilitación de las víctimas, implica un alto nivel de urgencia y gravedad, porque lo que está de fondo, es más que un número, es que cada vez que una mujer es agredida, es la sociedad y el Estado los que están fallando.