Senador Tuma: “No Basta Con La Suspensión En El Uso De Bombas Lacrimógenas”

Ante suspensión del uso de bombas lacrimógenas anunciada por el Gobierno. Previo a ello, el Senador Tuma y Girardi habían presentado un proyecto de ley que busca prohibir definitivamente su uso.
El parlamentario por la Araucanía señaló que lo que se busca es “prohibir” su uso, ya que en democracia “el orden social y el orden público no deben fundarse en la paz y tranquilidad de los cementerios”.
Los Senadores PPD Eugenio Tuma y Guido Girardi señalaron esta tarde que continuarán con el proyecto de ley que presentaron en la mañana, ya que lo que buscan es “prohibir” para las fuerzas de orden y seguridad publica el empleo de gases lacrimógenos y otros compuestos químicos para la disolución de las manifestaciones públicas.
El Senador Tuma señaló que no basta la suspensión, es indispensable declarar ilegal el uso de bombas lacrimógenas y elementos químicos que dañan la salud de la población. No es aceptable de que en pleno siglo XXI todavía se esté gaseando a las personas, atentando contra su salud y su vida.
El legislador por la Araucanía, si bien valoró la iniciativa del Gobierno, a instancias del Ministro del Interior Rodrigo Hinzpeter, de suspender su uso y de reconocer “el exceso de las fuerzas policiales hasta ahora con el uso de este elemento”, dijo que “es necesario legislar, y esperamos que ello sea
con la mayor urgencia posible, sobre el uso de elementos disuasivos en contra de manifestantes, ya que es indispensable en una democracia que tengamos fuera de la legislación estos elementos”.
Además, Tuma señaló que “en democracia el orden social y el orden público no deben fundarse en el silencio, en la paz y tranquilidad de los cementerios”.
El proyecto de ley
A juicio del Senador Tuma el “empleo de estos dispositivos es un resabio de viejas practicas que hemos ido asumiendo como normales en democracia, pero que no tienen hoy relación con el nivel de desarrollo de nuestras instituciones políticas ni con el resguardo que a nivel nacional e internacional se debe dar al derecho a reunión y manifestación de los ciudadanos”.
“Los gases lacrimógenos fueron creados con fines militares, cuando las armas químicas eran usadas indiscriminadamente en conflictos armados y no hay razón alguna para que se empleen en contra de la población civil que ejerce un legítimo derecho a manifestarse”, señaló.
A juicio del legislador, “la fuerza que emplea Carabineros para disolver una manifestación debe ser racional y proporcional. Y estos dos parámetros son imposibles de cumplir cuando el agente policial que dispara una bomba lacrimógena o gasea mediante el empleo de cañones ubicados en móviles, no tiene capacidad para focalizar sus efectos respecto de los manifestantes, con lo cual se produce un doble efecto de contaminación ambiental y de masividad de los efectos de afectan a personas muchas veces fuera del ámbito en que se producen los hechos”.
Agregó que “Los gases lacrimógenos son gases irritantes respecto de el tejido conjuntivo del ojo y de las mucosas del sistema respiratorio y a través de ellos se busca el ahogo, la asfixia de las personas, lo que es especialmente grave respecto de niños ancianos y personas que padecen patologías crónicas del sistema respiratorio o sufren de asma u otro tipo de alergias. Asimismo, actualmente el agua que se dispara a los manifestantes contiene aditivos químicos irritantes cuya composición química también es desconocida. Existiendo antecedentes probados mediante experimentos químicos que el menos los gases lacrimógenos denominados CS serían abortivos y podrían generar daños celulares permanentes en el feto y en lactantes menores de una año”.
Finalmente los congresistas expresaron su deseo de que la presentación de esta iniciativa lleve e a una reflexión amplia y profunda sobre la regulación que el e daremos en el Chile democrático del siglo XXI al derecho de reunión y de manifestación de los ciudadanos, ya que las normas actuales, constitucionales y reglamentarias fueron establecidas por la dictadura militar durante la década de los 80 y su propósito principal era legitimar la represión policial de los ciudadanos que luchaban por la democracia.