TENS condenado por abuso sexual continúa trabajando en el mismo hospital que su víctima

 TENS condenado por abuso sexual continúa trabajando en el mismo hospital que su víctima

Edgar Aravena, un técnico en enfermería de nivel superior (TENS), condenado por abuso sexual a una paciente embarazada en la Unidad de Tratamiento Intensivo (UTI) del Hospital Hernán Henríquez Aravena de Temuco, sigue trabajando en el Hospital de Padre Las Casas, donde también labora su víctima. Esta situación incumple la medida de alejamiento impuesta por el tribunal.

El fiscal Ítalo Ortega explicó que el caso se remonta a octubre de 2020. En dos días de juicio oral, se acreditó que Aravena abusó sexualmente de una paciente de la UTI en dos momentos distintos del día. «Hubo tocamientos que esta persona efectuó en la zona mamaria de la víctima, y actos que no dicen relación alguna con procedimientos médicos o procedimientos propios del oficio del acusado», señaló el fiscal.

El delito fue acreditado mediante prueba testimonial, destacando la declaración de la víctima y de los funcionarios del hospital que tuvieron conocimiento de los hechos y recibieron el primer testimonio de la afectada.

Condena en libertad

La Fiscalía pedía seis años de presidio efectivo para Aravena, dada la reiteración de los hechos, pero el tribunal consideró una circunstancia atenuante y le impuso una pena de cuatro años, sustituida por libertad vigilada intensiva. «Esto fue comunicado a la víctima, quien manifestó conformidad con lo realizado y también con el quantum de la pena que deberá cumplir esta persona», agregó el fiscal Ortega.

Insólita respuesta del SSAS

A pesar de la condena, cuando la víctima, una enfermera, llegó a trabajar al Hospital de Padre Las Casas, descubrió que su agresor seguía trabajando en el mismo recinto. Al denunciar esta situación, el Servicio de Salud Araucanía Sur (SSAS) le respondió que la condena aún no estaba «firme y ejecutoriada», justificando así no remover a Aravena del lugar.

Esta insólita situación ha generado indignación y preocupación entre el personal del hospital y la comunidad, quienes demandan una acción inmediata para garantizar la seguridad y el bienestar de la víctima en su lugar de trabajo.

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Javiera López Alvarado

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