El sismo de magnitud 7,4 registrado esta mañana en la región de Magallanes fue provocado por una falla inversa, de acuerdo con expertos en geología. El fenómeno, aunque poco frecuente en la zona, podría generar alteraciones menores en el nivel del mar debido a la compleja geografía de canales e islas.
Marco Cisternas, académico y director del Laboratorio de Geotsunami de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), explicó que el sismo ocurrió en una zona sismotectónica compleja y poco estudiada. “Debido a su corta historia escrita, no se conoce bien la recurrencia de los terremotos a largo plazo en esta área”, señaló.
El académico añadió que los terremotos en Magallanes son poco habituales porque se generan por el movimiento de la placa Antártica, la cual se desplaza más lentamente que la placa de Nazca, responsable de la mayoría de los sismos en Chile central y norte.
Aunque el terremoto fue generado por una falla inversa —donde el fondo marino empuja verticalmente la columna de agua—, y esto es característico de los tsunamis, el evento no representa un peligro mayor. “En este caso se trataría de un tsunami menor, de unos pocos centímetros. Para nosotros los científicos, siguen siendo tsunamis por la naturaleza especial de la ola, aunque no sean destructivos”, explicó Cisternas.
Además, advirtió que si bien el terremoto fue de magnitud considerable, fue 30 veces menor que el registrado en Coquimbo en 2015. No obstante, si el sismo desencadenara fenómenos asociados, como un derrumbe submarino, podría aumentar el riesgo de tsunami.
Debido a la geografía del lugar —con numerosas islas, canales y baja densidad poblacional—, es poco probable que se produzca un tsunami destructivo en zonas urbanas. Sí se podrían observar cambios en el nivel del mar de algunos decímetros.
Finalmente, Cisternas indicó que es esperable la ocurrencia de réplicas en los próximos días, algunas de las cuales podrían alcanzar entre 5 y 6 grados de magnitud.